Contar las palabras de una web es clave para saber cuánto costará traducirla. Descubre aquí 5 opciones para lograrlo: desde el clásico copiar a word hasta cómo contar...
10 consejos esenciales que debes plantearte antes de traducir una web, para no caer en los errores más habituales. Checklist de tareas para traducir de forma profesional webs de empresa.
Las empresas suelen darse cuenta de lo difícil que es traducir una web sólo al terminar todo el proceso de traducción, y siempre se arrepienten de no haber sabido algunas cosas desde el principio… Traducir un sitio web no es tan fácil como parece, especialmente si queremos una traducción web profesional, con la máxima calidad, aplicando criterios de marketing, de localización y de SEO, para asegurarnos la captación de clientes en nuevos mercados.
¿Cómo organizar bien el proceso de traducción de una web de empresa? ¿Qué pasos seguir? Descubre aquí cómo abordar un proyecto de traducción web de forma profesional, sin caer en los fallos y errores más habituales. Ayuda y consejos de una agencia de traducción profesional que lleva más de 15 años traduciendo sitios web de todo tipo, para todo tipo de empresas.
El principal error a la hora de traducir una web es querer correr demasiado. La empresas sólo quieren saber «¿Qué precio tiene traducir una web?» «¿Cuánto costará traducir mi web?» y no se paran a pensar en todos los condicionantes previos que afectan al precio de traducir una web…
Antes de enviar una web a traducir hazte estas preguntas que recogemos a continuación. Ahorrarás tiempo y dinero, y te asegurarás de acabar con la traducción que querías, al mejor precio, ni más ni menos.
Hay muchos tipos de web a nivel técnico y este es un factor que va a influir en cómo podrás traducir tu web, qué pasos deberás seguir, y cuánto te va a costar. Así que antes de nada averigua qué tipo de web tienes. Rebusca entre tus papeles, pregunta al informático que te la diseñó o busca en el código fuente de tu página (pulsa Ctrl + U en Chrome para ver el código fuente).
La mayoría de webs de empresa usan WordPress, el CMS más popular (un aplastante 40%), otras webs usan CMS como Joomla o Drupal (<10%), plataformas de eCommerce como Prestashop o Magento (<10%), o bien están programadas a pelo en Html/php (25%).
WORDPRESS es el CMS o Gestor de Contenidos más popular. Muchos programadores usan temas o plantillas de diseño de WordPress y las adaptan a las necesidades de sus clientes. Para saber si tienes un WordPress, puedes buscar en el código fuente de tu página «wp-admin»; si lo encuentra es que tu web usa WP. Otra opción es usar herramientas como https://www.isitwp.com/ o https://www.wpthemedetector.com/ que no sólo te dirán si tu web usa WP sino que además te dirán qué tema estás usando.
Esto normalmente es muy fácil, todo el mundo tiene claro a qué idioma quiere traducir, pero casi nadie trasciende esa decisión. Traducir una web a un nuevo idioma es abrir tu empresa a un universo de oportunidades y de clientes potenciales. Es importante hacerlo bien, y estar preparado.
Piensa si realmente estás preparado para expandirte a ese / esos países, si conoces las necesidades de esos clientes potenciales, sus particularidades… Asegúrate de poder ofrecer tus servicios en ese país, de poder enviar tus productos a ese país, de poder ofrecer un servicio post-venta adecuado… Plantéate tener un número de teléfono local de ese país, pregúntate si vas a poder atender solicitudes por email o consultas de chat en ese idioma…
Decide a qué idioma/s traducir o a qué país/es expandir tu negocio, pero evita abarcar demasiado o priorizar cantidad frente a calidad. Es mejor traducir bien a un solo idioma, que traducir mal a 3 idiomas.
Como todo en la vida, hay traducciones web mejores y peores. Se pueden hacer traducciones rápidas y baratas, o hacer traducciones de alta calidad que obviamente serán más caras.
Escoge siempre una traducción de la mejor calidad posible (si quieres una traducción muy barata quédate con Google»). Piensa en tus clientes: convencerlos de que escojan tus productos o servicios, y no los de la competencia, no es fácil. Piensa en lo que te ha costado redactar los textos en Español. Piensa si te fiarías tú de una web mal traducida a Español.
Obviamente la calidad tiene un precio. Pero, dado un presupuesto X, es mejor gastarlo en traducir muy bien sólo las páginas más importantes de tu site, que en traducir mal todo tu site. En todo caso antes debes saber cuántas palabras hay que traducir.
Para saber cuánto cuesta traducir una web, hay que concretar los textos a traducir y calcular el número de palabras a traducir. Esto será lo primero que te pregunte tu agencia de traducción web: ¿Qué secciones o qué textos necesitas traducir? Y a continuación … ¿Podéis exportar los textos? ¿Habéis pensado cómo vamos a trabajar?
El primer paso es pensar qué secciones es imprescindible traducir. Obviamente hay que traducir toda la información corporativa y las páginas de productos, servicios y contacto, pero…
Muchas empresas, sobre todo empresas de servicios, tienen webs muy sencillas, con pocas secciones y poco texto, programadas a pelo en Html. Son webs que no tienen detrás una plataforma de gestión de contenidos o CMS tipo Wordpres, webs que no se actualizan normalmente (no tienen noticias, ni eventos) o lo hace el informático directamente sobre código. Estas webs pueden traducirse (a) trabajando directamente sobre los archivos Html o (b) extrayendo los textos a Word y luego volviendo a insertarlos a mano.
Para traducir una web sencilla en Html, lo más fácil, rápido y económico es extraer los textos a Word, traducirlos allí, y luego volver a insertarlos en la web. Puede parecer un sistema muy rudimentario, pero es mucho más habitual de lo que parece: copy & paste de la web a Word, y luego Copy & Paste del Word a la web. Obviamente es un sistema válido sólo para webs de 10, 20 o 30 páginas, si no te volverás loco!
La ventaja principal de este sistema es su inmediatez y su sencillez. Puedes hacerlo tú mismo, sin necesidad de molestar a tu informático… En 1 hora se pueden extraer y montar en Word los textos de cualquier web de menos de 30 páginas. Las desventajas son que sólo es válido para webs pequeñas, y que siempre hay algún riesgos de error al hacer Copy & Paste , sobre todo si traduces a idiomas difíciles como Alemán, Ruso, Chino o Árabe.
Las webs sin CMS programadas a mano en PHP, si hacen un uso intensivo de «includes» (header, footer..), no pueden extraerse haciendo Copy & Paste: lo ideal es recopilar todos los archivos de código que incluyan textos, y pasarlos a traducir. Así, tal cual, con código y todo.
Los traductores profesionales usan software de traducción de etiquetas (Trados, Passolo, etc) que bloquean las etiquetas de código, de forma que los traductores sólo pueden editar y traducir los contenidos de texto. De esta forma, desaparece completamente el riesgo de romper el código.
Si tu empresa cuenta con un buen equipo informático y el código de tu web lo permite, intenta exportar los textos a XLIFF, XML, .PO, TSV o TXT. Cualquier formato vale, mientras esté bien codificado:
Traducir directamente sobre código es la opción más profesional, limpia y práctica de traducir una web. No exige el esfuerzo previo de extraer los textos y evita los errores de andar haciendo Copy & Paste. Y si te aseguras de que los traductores trabajan con software que bloquee las etiquetas de código, desaparece el riesgo de que nadie rompa el código. Es un sistema «llaves en mano»: los traductores entregan un clon perfecto de los archivos de código de la web y el informático sólo tiene que subirlos online.
La mayoría de CMS confían a plugins externos la gestión de contenidos multi-lingües. WordPress por ejemplo no es una plataforma «translation ready», lo que exige instalar algún plugin para cambiar la estructura de idiomas. Estos plugins ofrecen varias alternativas a la hora de traducir los textos y taxonomías de una web:
Es un error muy habitual olvidar textos no editables incluídos como/en imágenes: títulos, banners, gráficos, ilustraciones, diagramas, imágenes… Si no puedes seleccionar un texto, es que no es editable. En estos casos hay que guardar todas esas imágenes en una carpeta y pedir al traductor que traduzca los textos en Word, en tablas a 2 columnas, dejando a la izquierda el texto original y escribiendo a la derecha la traducción.
Piensa también en vídeos y PDFs…
Hay textos que suelen pasar desapercibidos y quedan sin traducir, olvidados en archivos javascript o ajax: frases en headers y sliders, avisos de error, alertas, validadores, mails automatizados, etc.
También entran en esta categoría las meta etiquetas, sobre todo las meta <title> y <description>, que indican a Google el contenido de una página y son las que usa Google a la hora de mostrar los resultados de una búsqueda. Es fundamental traducir estas etiquetas para mantener en SEO.
Piensa cómo vas a estructurar contenidos, y si vas a traducir las URLs, los nombres de las imágenes, nombres de PDFs, etc. Es muy aconsejable traducirlas a nivel SEO, pero te puede complicar la vida a nivel organizativo. Si tienes un buen informático hazlo: él te ayudará a gestionar todas las variantes. En todo caso, mantén las correspondencias claras en un excel con tantas columnas como idiomas.
Localizar un texto es ir más allá de la traducción, añadir una capa extra de personalización adaptándolo a las circunstancias o cultura de un tipo lector o de un país o región concreto (geolocalización). Ambas son estrategias de marketing que permiten mejorar la experiencia de usuario e incrementar la tasa de conversión (CRO).
Se entiende mejor quizás con ejemplos. Imaginemos que tenemos una web americana que vende ropa, redactada en Inglés, y queremos traducirla al Español, geo/localizándola para el mercado de España. Habría un montón de parámetros que deberíamos cambiar (y esto no nos lo hará el traductor por su cuenta):
Contrariamente a lo que suele pensarse, al traducir una web se corre un riesgo enorme de perder parte del SEO que habíamos conseguido en la web original, en lo relativo a seo on-page y específicamente content-seo. Esto es así porque al optimizar a nivel seo los textos originales, lo que se hace es forzar la redacción para optimizar el uso de determinadas keywords, determinadas preguntas que generan rich-snippets, etc. Al traducir, si no decimos nada, el traductor priorizará la fluidez y eliminará buena arte de ese trabajo SEO.
Así pues, el primer consejo es subrayar a la agencia de traducción que debe mantener el SEO a nivel contenidos. Obviamente si se tienes algún tipo de briefing SEO es muy útil facilitárselo. Si no es así, recuerda que hay unas cuantas cosas que debes plantearte a la hora de abordar el SEO de una página multilingüe / página traducida: etiqueta «lang», etiquetas «hreflang», etc.
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